dissabte, 29 de juliol del 2017

Fusión Lumbar L5-S1, evolución


Día 3 de Julio de 2017, día en que mi vida cambia. Me intervienen en el Instituto Clavel, Clínica Quirón de Barcelona, para realizarme una artrodesis lumbrar L5-S1 anterior.


A las 10:00 horas entro en quirófano y a las 17:00 estoy ya en mi habitación. Todo parece haber salido bien, y aunque tengo mucho dolor, los médicos, concretamente el Dr. Català que es quien me ha intervenido, me explican cómo ha ido la operación.
El abordaje es anterior, por lo que la cicatriz es abdominal, justo por debajo del ombligo, tiene unos 7 cm de largo y 12 grapas muy bonitas. Una vez acceden, separan las abdominales cortando la membrana que las une y posteriormente para poder acceder a la columna separan las vísceras a un lado.




Una vez localizada la L5-S1 usan un robot con diversas "manos" para quitar el disco degenerado (el cual era escaso y el poco que había estaba parcialmente calcificado), limar la superficie de ambas vértebras (ya que éstas presentaban fracturas pequeñas pero abundantes provocadas por el choque entre ellas al realizar deporte y la inexistencia de disco), y separar las vértebras lo suficiente para introducir un disco de titanio, con injertos de hueso artificial en su núcleo, y la fijan a L5 y S1 mediante 3 tornillos, también muy bonitos, todos por dentro de las vértebras.


fotos disco intervertebral

Día 6 de Julio de 2017, día en que recibo el alta hospitalaria y para casa. Puedo camina!!! Con dolor, pero puedo. Aquel dolor que tenía antes de la operación ha desaparecido, ahora hay otro dolor pero me da buenas sensaciones. El físioterapeuta me da indicaciones a seguir y ejercicios para casa, me receta que camine sobre 30 minutos unas 2/3 veces al día.
Evolución:
  • Semana 0 (del 03/07 al 09/07): en esta semana presento el abdomen inflado, dolorido y con pinchazos, producto de la cirugía y del hecho de que las tripas estén poco a poco volviendo a su lugar. Consigo defecar por primera vez el día 06/07 con ayuda de un laxante. Puedo orinar con normalidad. la dieta es blanda. La movilidad es reducida, solo me limito a paseos cortos, pero del 8 al 9 ya los empiezo a dar en la calle. Tomo mucha medicación (enantyum. paracetamol, nolotil, tramadol i diazepan 10mg) para controlar el dolor. Noto las piernas fuertes pero como el abdomen está hipotónico y débil me cuesta sentarme y levantarme, y los gestos en la cama son en bloque.
  • Semana 1 (10/07 a 16/07): en esta semana se me retiran los puntos, el dolor abdominal va desapareciendo progresivamente, pudiendo contraer las abdominales y tensarlas, calculo al 70%. Evacuo gases con normalidad e ir la wc ya no es un problema. Los paseos son tranquilos pero sin dolor, salvo una sensación de tirantez en ambas piernas que va desde los glúteos a los gemelos (producto, según información del médico, de haber crecido 5cm como consecuencia del nuevo disco de titanio, cosa que hace que el psoas-iliaco y la musculatura que va de las piernas al tronco esté estirada). La medicación baja, esta semana solo necesito enantyum y paracetamol cada 4 horas. Me siento bien, capaz de pasear durante 1 hora a ritmo normal incluso rápido, pero el médico me dice que durante el primer mes tenga paciencia y no me exceda. Puedo dormir boca abajo, según me autoriza el doctor, e incluso puedo a finales de semana empezar a dar paseos por más tiempo de 30 minutos, intentando no excederme de los 60'. Durante la visita médica me advierten que aunque la cosa va bien, ejercicio el físico lo comenzaré la primera semana del mes de Septiembre y que primero se empezará por ejercicios en piscina y ligeras rodadas en bicicleta estática, para ir aumentando poco a poco semanalmente. El objetivo es llegar al mes 6 -Enero (mes en que es posible que las vértebras hayan fusionado correctamente) con la musculatura tal y como estaba antes de la operación o incluso un poco mejor. 
  • Semana 2 (17/07 al 23/07): empiezo la fisioterapia. Los dolores en las piernas son más fuertes que la semana pasada. de 1 a 10 estaría en un 7. Lo peor es que los calmantes no calma ese dolor. El fisioterapeuta me practica corrientes y ultrasonidos para ver si estas molestias bajan. He dejado toda la medicación y las caminatas ya superan la hora. Ha aparecido un pinchazo en la cadera, a nivel interno de glúteo derecho, según el gesto que realizo. La cicatriz ya no tiene costra.
  • Semana 3 (24/07 al 30/07): Los dolores en las piernas persisten, aunque son menos intensos durante el día (nivel 4). Durante la noche siguen igual (nivel 7) e incluso ha aparecido algún dolor de ciátiaca en el costado derecho, y a veces izquierdo o ambos, que no me deja dormir bien. Las caminatas ya son de hasta 1 hora y media. Todas sin molestias.
  • Semana 4 (31/07 a 06/08): En esta semana me empiezan a tratar la cicatriz para eliminar adherencias y hacerla más flexible. La manipulación del físio Adrian Zabal (mi físio de confianza) duele. Me empiezan a manipular el psoas-ilíaco para intentar ganarle flexibilidad ya que está bloqueado. Esta manipulación también duele. Las piernas siguen molestando (nivel 3 a 6 según el día). Ya puedo empezar a jacer tablas de core e hipopresivas pero la manipulación de la herida hace que me duela al hacerlas. Voy con calma... no es cuestión de forzar aun. La ciática persiste y su nivel también va a días, aunque no me impide hacer lo cotidiano con normalidad.
  • Semana 5 a 10 (7/08 a 15/09): Durante estas semanas el dolor ha ido bajando hasta desaparecer prácticamente, quedando una leve ciatica en ambas piernas que va a días. No necesito ningún tipo de medicación para poder soportar las molestias. El psoas-ilíaco de la pierna izquierda sigue bloqueado, aunque las sesiones semanales de fisioterapia, los estiramientos y los ejercicios físicos adaptados van dando su resultado y la movilidad de la zona es casi total. Por las noches duermo con total normalidad y las molestias de las piernas han cesado. Actualmente hago 3 sesiones de gimnasio en las que haga 30 minutos de aeróbico (piscina, bicicleta estática o elípticas) a intensidad media-alta, luego hago unos 40 minutos de ejercicios de core y finalmente hago algo de musculación en máquinas (sin levantar pesos libres, siempre controlados por máquinas). Cuando hago el aeróbico la pierna derecha experimenta un cosquilleo parecida a la sensación de que se durmiera, según el físio y el médico esta sensación es normal y desaparecerá en unos meses. Las vertebras no están soldadas aun, y hasta Noviembre no me harán una radiografía para ver como está el callo, aunque las sensaciones confirman que todo va por el buen camino. Experimento una sensación de pinchazos cuando me inclino 45 grados para hacer las tareas de casa. Según el médico esta punción es normal e irá desapareciendo con los meses, pero me recalca la importancia de no cargar peso con ese ángulo porque podría sufrir una lumbalgia aguada. Pronostico: cuando se cumplan 3 meses de la operación (3 de Octubre) ya podré empezar a correr por montaña, bueno correr... mejor dicho trotar, aunque las sensaciones lo dirán. También podré empezar a ir en bicicleta, todo pista o carretera, evitando al máximo los rebotes. Una vez llegados al mes 4 es posible que ya pueda incrementar un poco la actividad física con rebote (correr distancias más largas y bajar senderos con la bicicleta).
  • Semana 11 a 19 (16/09 a 17/11): Durante estas semanas las molestias se han reducido a un mínimo perfectamente tolerable para la mayoría de actividades, pero aun siguen siendo limitantes en tareas como levantar pesos, torsiones hasta el limite de la articulación o actividad deportiva aguda. De la vida cotidiana lo que más me cuesta es estar sentado. Aunque parezca una actividad de "reposo" o "descanso", las presión a que se someten las vertebras lumbares durante esa actividad es muy grande, y como aun no está la zona perfectamente soldada se resiente. Los ejercicios de CORE, musculación y las sesiones cardivasculares de elíptica y bicicleta (ya por pista de montaña, pero sin revote) me han dotado ya de una capacidad física notable, a la espera aun de que el doctor me diga que puedo iniciar actividades intensivas con revote, para poder evolucionar y detectar molestias y poder corregirlas, adaptando ciertas actividades. A estas alturas puedo decir que empiezo a recoger los frutos de una buena planificación deportiva, un buen fisioterapeuta y una buena actitud claramente pro-deportiva/activa por mi parte, sin duda esencial para afrontar estas situaciones. Es difícil hacer actividad con dolor, frustrante... pero necesario y vital para afrontar los días venideros. La zona aun no está soldada, pero la noto bastante fijada, las sensaciones son muy buenas y poco a poco voy ganando espacios al dolor, que desaparece en ciertas actividades y aparece en nuevas.
  • Semana 20 a 25 (18/11 a 21/12): Durante esta semana se confirma una evolución positiva. La sesión de control en el Instituto Clavel confirma mediante radiografía que el implante de titanio está bien fijado y que el callo óseo ha empezado a formarse. El doctor Català me indica que empiece a hacer ejercicio de forma activa, que empiece a "forzar" un poco. Me autoriza a correr, preferiblemente por montaña ya que el impacto es menor, ha hacer bicicleta más intensa, es decir introduciendo impacto, aunque nada de trialeras, sino senderos o bajadas un poco más técnicas, y ha hacer pesas en el gimnasio, siempre bajo la supervisión de mi fisioterapeuta Adrian Zabal. Los ejercicios que realizo para crear musculatura en la zona lumbar son levantamiento de pesos haciendo sumo, peso muerto, sentadillas, bola fitball, trx y CORE. También empiezo ha tonificar pecho y brazos para completar la rueda muscular. Los dolores en la espalda son mínimos y se solo aparecen si estoy mucho rato sentado o de pie en la misma postura, pero no necesitan de calmantes, salvo 1 solo día. Ya tengo posible fecha de alta, 14 de Febrero, aunque no descarto volver antes al trabajo porque me vuelvo a sentir fuerte y vital. La sensación de ir en la bicicleta o correr sin dolor es indescriptible. A la semana hago 5 días de ejercicios, divididos en 3 de gym con los ejercicios planificados por mi físio, 2 de aeróbico (ya sea bici, correr o nadar), siempre con especial atención a la aparición de dolores en la zona intervenida, los otros dos días descanso aunque el cuerpo me pide por lo menor salir a caminar unos quilómetros. Han aparecido dolores en las rodillas, supongo que por un estrés debido al entrenamiendo de gym, ya que son ejercicios que no he realizado nunca en mi vida. De momento no son importantes. Especificar que en la radiografia se ve como el implante se ha lateralizado unos pocos grados hacia la derecha, es decir está más elevado de izquierda que de derecha. Según el doctor esto es debido a que la musculatura tira de la zona, "desplazando" la articulación, pero no debería hacer aparecer dolores, de echo así parece ser, al menos por el momento. Como puede verse la espalda a recuperado su curvatura (lordosis) correcta y frontalmente se ve sin desviaciones importantes.
  • Semana 26 a 30 (22/12/2017 a 26/01/2018): durante estas semanas se cumplen los 6 meses de la operación y la evolución es notable. Ya practico deporte con casi total normalidad, el dolor residual que quedaba y las molestias son eventuales y mis músculos abdominales y lumbares están fuertes. Aun y así aun persisten algunas molestias cuando estoy sentado largos periodos de tiempo. La próxima revisión es el 14/02/2018 y posiblemente el médico me autorice el alta. Ya veo el final del túnel. Actualmente realizo ejercicio de lunes a viernes, los lunes. miércoles y viernes voy al gimnasio a seguir mis rutinas específicas de ejercicios core (abdominales y lumbares) y al ejercicios para fortalecer piernas, glúteos y tronco superior. Los martes y los jueves los reservo para hacer aeróbico (bicicleta, correr o nadar). El fin de semana descanso.
  • Semana 31 a 37 (27/01/2018 a 09/03/2018): fase final. Estas semanas realizo actividad lo más normal posible y la verdad es que bastante normal me siento. Aun queda alguna molestia, pero ya son tan leves que no me importa. A estas alturas agradecer el gran trabajo de los doctores del Instituto Clavel, de la Clínica Quiron de Barcelona y en especial al Dr. Català. Gracias a ellos he podido volver a realizar vida normal. También agradecer al Fisioterapeuta Adrian Zabal, un referente en el sector y una gran persona. A todos los que como yo estáis pasando por algo así sólo os puedo decir tres cosas:
  1. elegir el mejor equipo médico que podáis. No os conforméis con el primero, buscar, preguntar y darle la importancia que requiere. Ellos son el 50% de vuestro mañana. Un mal método, un mal médico o un mal diagnóstico os puede condenar a una vida en el inframundo.
  2. elegir el mejor fisioterapeuta que podías. Ellos son el 10% de vuestro mañana.
  3. tener claro que si 1 y 2 son bien elegidos, el circulo no se cierra si vosotros no adoptáis una actitud de superación y sacrificio. Conviviréis con dolor, momentos que parece que no se avanza, desesperación... pero eso no os debe desviar de vuestro objetivo, la mejor de las posibles recuperación. La constancia y el sacrificio será vuestro compañero de viaje mucho tiempo, ya que tendréis que planificar una rutina de ejercicios semanal y coger hábitos diferentes de vida. Esta actitud será el 40% de vuestro mañana. Vosotros mismos podéis ser vuestra mejor medicina o vuestro peor veneno.
Molestias que quedan a día del alta:
  • molestia lumbar al estar mucho rato sentado en la misma posición. Es necesario de una buena silla con reposo lumbar.
  • molestia lumbar si no descanso correctamente. El dormir poco o dormir mal provoca molestias lumbares.
  • si no sigo una pauta de ejercicios constante el dolor lumbar aumenta.
  • cosas que me presionen la zona de la cicatriz molestan, por eso pantalones muy prietos o cinturones muy apretados no son recomendables.
  • y lo más importante, si haciendo algo aparece dolor dejar de hacerlo y dar por finalizada esa actividad. Hay que cuidarse!
Fecha de alta 09/03/2018.

diumenge, 18 de juny del 2017

Crónica de un fusión L5-S1

Es difícil describir lo que siento hoy a 2 semanas de que me fusionen dos vertebras de la espalda, concretamente la L5-S1.
Desde hace 7 años ya arrastro dolores en esa zona, que en el último año se habían disparado.
Ya en 2010 me dieron la mala noticia de que sufría una espondiolistesis con degeneración fiscal (no muy severa) y dos protusiones discales.
La espondiolistesis, en mi caso, es congénita, con lo que difícil solución tenía y ya me indicaron que en unos años, dependiendo de lo que me cuidara, tocaría pasar por quirófano.
Desde 2010 hasta finales de 2016 han sido los mejores años de mi vida, deportivamente hablando. He disfrutado de deportes como el fútbol, correr por la montaña, escalar (de forma light), la pesca submarina y sobre todo la bicicleta, que tantos momentos buenos me ha dado y que tantas buenas personas me ha dejado conocer.
He podido disfrutar de una Treck 6200, una Specialized Stumjumper FSR de 26, una Santa Cruz Bronson1 C de 27,5 (la negra y magenta, preciosa) y una Santa Cruz Nomad2 C 27,5, pero desgraciadamente el 31.12.2016, después de una salida endurera por Terrasa con B&B tube que tomar la difícil decisión de aparcar la bici. El dolor pedaleando era ya insoportable y una salida de 20km me dejaba dolorido e inutilizado prácticamente toda la semana, las noches eran horribles y sobretodo la desagradable sensación de que la cosa no va bien.
Pruebas médica paralelas daban luz a tanto dolor, las protusiones ya eran hernias, sufría estenosis del nervio que me radiaba la pierna izquierda y la vértebra L5 se había desplazado aun más debido a que el disco estaba degenerado totalmente.
Para redondearlo el deporte, y concretamente los impactos, hacían que las vertebras l5 y s1 rozaran y chocaran produciendo un síndrome llamado "síndrome de Modic" el cual se caracteriza por provocar dolor, calentor y calambres en la zona y microfracturas en la base de las vertebras, que en un futuro, en caso de no curarse, provocarían una artrosis prematura.
Empecé con deportes de menos impacto (elíptica, abdominales, piscina y caminar) y lo alternaba con un físico, Adrian Zabal, todo un crack. Pero los dolores no se iban.
En abril de 2017 tomé la decisión más dura de mi vida hasta el momento: vender la Nomad y operarme.
Recuerdo el día de la venta, fue horrible, como si me quitaran un trozo de mí, como si me arrancaran el alma. Después de llorar más de 30 minutos me sentía impotente, iba a perder la afición que más cosas positivas me ha dado en mi vida.
Una vez vendida, sólo quedaba decidir con qué doctor me operaba. Finalmente decidí operarme en el Instituto Clavel de la Clínica Quiron de Barcelona con el Dr. Català, referentes en operaciones y tratamientos de espalda.
Decidí operar porque varios especialistas coincidían en diagnóstico: si quieres tener posibilidades de volver a hacer deporte, ahora que tienes 35 años, hay que operar y ver cómo evoluciona el cuerpo.
No garantizan nada, pero al menos dan una segunda oportunidad, un último cartucho que ya veremos si funciona o no.
Y decidí hacerlo con ellos por reputación y porque una amiga mía se operó con ellos y ha podido volver a moverse sin dolor y disfrutar de la vida.
En el I. Clavel realizan una intervención novedosa y poco invasiba, la cual está destinada a proporcionar al paciente una recuperación más satisfactoria, rápida, con menos índice de fracaso y con unas garantías post-operatorias mejores, para un objetivo final claro, poder hacer deporte sin dolor.
La operación es fácil de explicar, acceden por la parte izquierda del abdomen, inflan la barriga con gas y realizan una substitución del disco afectado por uno de titanio con núcleo de hueso artificial. Ese disco va fijado a l5 por arriba y a s1 por debajo.
Los efectos secundarios posibles son diversos: por el hecho de ponerte un disco nuevo el cuerpo crece 0.5 cm, lo que puede provocar un estiramiento de músculos y ligamentos que llevan "atrofiados" años y se necesitará por consiguiente un periodo de adaptación y rehabilitación para recuperar este aspecto. A su vez la intervención puede producir eyaculación retrograda, que en la mayoría de casos desaparece en cuestiono de días o semanas.
Puede quedar un dolor ciático residual las primeras semanas, que con la analgesia y el paso de las semanas debería desaparecer.
Finalmente, una vez la zona empiece a cicatrizar, se debe generar una fusión lumbar finalizando el proceso de fusión entre los 6 a 9 meses (según cada persona) pero pudiendo empezar a practicar actividad deportiva orientada a la rehabilitación entre las semanas 6 a 10.
Una vez pasados esos 6 meses, las perspectivas de los médicos es estar listo para retomar el deporte al 100%, según la condición física adquirida durante los meses de rehabilitación, y una entrada en la vida "normal" con seguridad.
Las limitaciones de movilidad debería de ser mínimas, pero eso, como ya he dicho antes, depende de cada persona, de diversos factores y de cómo se haga la rehabilitación.

Actualmente, después de no practicar casi deporte desde abril, el dolor a disminuido mucho, debido a que no hago nada de revote, pero aun persiste dolor nocturno al dormir, por la mañana y después de días en los que practico deporte, a un nivel infinitamente inferior al que estaba habituado todo hay que decirlo.
Este hecho me hace pensar, ya desde hace semanas, si cancelar o no la operación y conformarme con tener una vida sedentaria, pero si me paro a reflexionar encuentro ilógica esta opción, ya que la espondiolistesis es de tan diversa evolución y difícil predicción que existe una gran posibilidad que la vertebra, la cual está libre, y el disco, que está degenerado, sigan moviéndose y degenerándose respectivamente dando lugar a una situación de empeoramiento (pinzamientos constantes, más dolor, etc...) en un futuro y siendo necesaria, por consecuencia, la intervención a una edad más tardía y con menos posibilidad de una rehabilitación satisfactoria. Y sobretodo el resignarme a no poder bajar una trialera nuevamente o a no poder subir una montaña.

Os iré informando de cómo va el proceso.